Scroll to top
© PRODUCCIONES 2020
Compartir
Danza

Un viaje por las emociones

La propuesta que presentamos es un espectáculo atípico para un año atípico, desde una visión totalmente adaptada al momento que vivimos, marcado por una pandemia global que ha afectado a nuestra vida cotidiana y al modo de relacionarnos con el medio.

Pasado: 2020. Año nuevo que comienza, ilusiones, esperanzas y mucha energía para enfrentarnos a esos nuevos retos que nos habíamos propuesto. Dos meses de actividad, de normalidad, como cualquier año atrás; dos meses en el que aprovechar el día a día, desde la primera luz que aparecía hasta que desaparecía con el anochecer más oscuro, era lo cotidiano. Es a partir de ahí cuando todo cambia, cuando la situación global nos da un vuelco al corazón y la vida humana está en peligro. ¿Virus? ¿Pandemia? Qué lejano nos quedaba ese término. Escuchar las noticias cada día, se convirtió en algo desgarrador, en algo que atormentaba por dentro, en desconcierto, e incluso miedo y lo único que se te antojaba era poder cambiar de piel, de vestiduras y hacer como si nada de lo que sucedía alrededor estuviese ocurriendo… pero… ¿cómo? ¿cómo hacerlo? Nadie podía ya quedar ajeno. Parecía que lo que ocurría en el extranjero, era casi impensable que sucediera aquí, en nuestro pequeño mundo, e intentábamos, pese a las medidas que había que empezar a tomar, continuar con ‘’nuestra vida’’ la que hasta entonces habíamos podido manejar con normalidad, y era cuando aprovechábamos para compartir nuestro tiempo, y para intentar evadirnos un poco de la situación que acontecía, con nuestros seres más queridos: familia, pareja, amigos. Y es entonces, cuando la situación empeora, “estado de alarma’’, “toque de queda’’: confinamiento en todo el país.

Presente: Cuando ya el terror nos envuelve y nos vemos privados de libertad, es cuando empezamos a tener consciencia de que ‘’nuestro yo mismo’’ es la única compañía con la que vamos a poder compartir nuestro tiempo pero, ¿durante cuánto tiempo?. En un principio parecía algo pasajero, pero la situación comenzó a prorrogarse y empezaron a aflorar, con el paso de las semanas, sentimientos de anhelos y nostalgia; El verdadero sentimiento de soledad nos invadía y
nos sumergía en una gran nebulosa de tristeza, de vacío absoluto y a pesar de sentir la necesidad imperiosa de hacerlo, era impensable poder compartir físicamente momentos con nuestras personas queridas. Eso que vivíamos con tanta normalidad meses atrás se había convertido en algo prohibido. El proceso sigue su curso, y el confinamiento continúa, la soledad sigue haciendo mella, y vamos explorando más profundamente en nuestro yo interior y es ahí donde nos encontramos con lo que, quizás, siempre intentamos evitar, aquello que cuando lo vemos de cerca, giramos la cara o cerramos los ojos para no ver. Nuestros miedos, nuestras pesadillas son velos oscuros que nos impiden ver más allá, que nos generan ansiedad, impotencia, asfixia. Pero de repente, un día cualquiera, meses mas tarde desde la declaración del estado de alarma y cuando el pesimismo ya nos vestía aparece un rayo de esperanza, es posible que dicho estado de alarma se termine y aún con restricciones, las medidas cambien.
Futuro: Un rayo de luz nos llega. ¿Sería posible que aún en la distancia pudiésemos mirar, cara a cara, a los ojos a nuestros seres queridos? ¿Volver a sentir el calor del sol acariciando nuestro cuerpo? ¿Respirar el aire fuera de cuatro paredes? ¡Qué emoción! ¡Qué ganas de llorar! El color negro parecía que comenzaba a convertirse en blanco. La esperanza nos inunda, parece que a la vista se aproxima un antídoto, contra este virus que a tantos sentimientos nos ha enfrentado. Comienza una nueva normalidad y con ella una explosión de alegría, una explosión de energía que nos lleva a seguir luchando… una ambición general porque todo vuelva a parecerse a aquella vida que dejamos atrás, una energía colectiva que sigue un mismo camino. Entre todos, podemos conseguirlo. Proyectemos más allá de nuestros egoísmos todo esto nos ha enseñado a que no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita, y que lo material caduca, pero los sentimientos perduran, que los momentos compartidos son el mejor regalo y que quien tiene personas que les quieran de cualquier forma, tienen un tesoro. Gracias por enseñarnos tanto, 2020.

Equipo y elenco

José Díaz Guadalupe Dirección artística
Antonio Calero Coreógrafo
Sofía Silva Bailarina
Abián Hernández Bailarín
Sergio Pérez Bailarín
Jose Díaz Guadalupe Bailarín
Cristina Pérez Bailarina
Ángeles Perera Bailarina

 

  • Fecha

    2020

  • Tipología

    Danza

  • Clientes

    · Instituto Canario de Desarrollo Cultural - Gobierno de Canarias.
    · Excmo. Ayuntamiento de Moya.
    · Excmo. Ayuntamiento de Arucas.
    · Espacio La Granja Tenerife.
    · Excmo. Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana.

Compartir